7.- Zamarrito pechinegro
Nombre: Zamarrito Pechinegro
Familia: Trochilidae
Orden: Trochiliformes
Regiones naturales
Esta
especie se encuentra estacionalmente en las crestas del norte y noroeste
del Volcán Pichincha y en la
Cordillera de Toisán, en el noroeste
de Ecuador.
La
cantidad de especímenes sugiere que antes era más común, pero el único registro
confirmado entre 1950 y 1993 fue de tres individuos en 1980. Claramente ha
disminuido y ahora es raro, encontrándose dentro de un rango geográfico muy
limitado.
El
Volcán Pichincha, el área de hábitat adecuado donde se sabe que se encuentra la
especie se ha reducido drásticamente. Sin embargo, también puede existir en la
pendiente occidental no estudiada del volcán, donde aún queda hábitat
adicional.
En
2006, una pequeña población fue redescubierta en la Cordillera de Toisán.
Todavía puede tener presencia en el Volcán Atacazo, pero la única evidencia
confirmada se refiere a tres especímenes de 1898, con un posible avistamiento
en 1983. Búsquedas recientes en Atacazo según un informe no confirmado dicen:
de mayo-julio de 2013 solo localizaron hembras en Cuchilla de Verdecocha y
Yanacocha, con un registro adicional de un macho y una hembra en Cascada
Guagrapamba.
Los
registros disponibles sugieren que es un migrante altitudinal, pero sus
movimientos siguen siendo poco conocidos y parecen haber cambiado desde que se
avisto por primera vez.
Identificación
Esta
especie alcanza entre los 8 y 9 cm, y presenta cierto dimorfismo sexual: el
macho exhibe una notoria coloración negra en el pecho, al contrario de la hembra.
Una característica llamativa de esta especie es la presencia de zamarros. Los
zamarros son un par de abundante plumón blanco en los muslos del colibrí,
presente en ambos sexos. No presenta vocalizaciones características, en general
es silencioso.
Dieta
El
Zamarrito Pechinegro se alimenta solamente de néctar de flores. En áreas que
contengan alta cantidad de flores, el colibrí defenderá el territorio, al
espantar a otros colibrís intrusos.
Reproducción
En
época de reproducción,
la tarea del macho se restringirá únicamente a cortejar y fecundar a la hembra,
no hay monogamia. El cortejo consta de pequeños vuelos del macho frente a la
hembra. Los machos pueden copular con varias hembras. La construcción del nido,
el empolle de los huevos y el cuidado de las crías es responsabilidad única de
la hembra. El nido está construido a base de musgo y fibras vegetales, e
incluso pelaje de animales y plumas.
Se
han encontrado nidos con telas de arañas y otros materiales pegajosos, cualidad
que permite que el nido se estire incluso el doble de su tamaño original una
vez que los polluelos estén creciendo. Normalmente los nidos suelen encontrarse
en ramas bajas y horizontales.
La
hembra incuba sola dos huevos blancos. Los recién nacidos son ciegos e
inmóviles. La hembra los alimenta regurgitando en su mayoría insectos, ya que
el néctar no es suficiente fuente de proteína, necesaria para el desarrollo de
los pequeños.
Se cree que una hembra con crías puede atrapar hasta 2.000 insectos por día. Los polluelos abandonan el nido a los 20 días del nacimiento. Desde abril hasta septiembre suele quedarse entre los 2850 y 3500 metros. Durante la época de apareamiento (noviembre a febrero), no suelen bajar los 3100 metros.
Estatus poblacional y de conservación
Se
cree que en la actualidad su rango no supera los 80 km², y apenas sobrevive una
población de 250 individuos, aunque puede que para el 2016 la población sea
todavía menor. Una de la principal amenaza para esta ave fue la construcción
del Oleoducto de Crudos Pesados (OCP), cuya ruta se interpone precisamente por
uno de los últimos remanentes de bosque.
Primordiales Amenazas
Esta
especie tiene un rango geográfico
muy pequeño, siendo conocida con certeza solo desde dos lugares.
La
principal amenaza es la tala
de bosques para madera y carbón vegetal, lo que facilita la introducción de
ganado y la eventual propagación de la frontera agrícola para la ganadería y en
menor medida la producción de cultivos.
El
hábitat adecuado en las crestas de las montañas está desapareciendo más
rápidamente que la vegetación circundante, debido a que las crestas
proporcionan un terreno plano para el cultivo de papas y pastoreo de ganado
dentro de un terreno empinado.
Los
incendios provocados por el hombre amenazan grandes extensiones de bosque
durante la estación seca.La construcción de una tubería en Cerro Chiquilipe
llevó a la destrucción del hábitat de la tubería en sí, un camino de acceso y
una estación de despresurización a pesar de la presencia conocida del colibrí.El
Volcán Pichincha ha entrado en erupción esporádicamente desde 1999, y la caída
de cenizas en el área ha sido considerable. Los impactos de esto en la especie
y su hábitat son desconocidos.
El
cambio climático en
el futuro puede impulsar la zona climática de esta especie por encima de la
línea de árboles actual, y podría conducir a una mayor competencia con otras
especies. Sin embargo, se cree que la línea de árboles actual es más baja de lo
que era históricamente debido al impacto humano (particularmente incendios) que
causa la pérdida gradual y la fragmentación de los bosques de gran altitud.
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